El terremoto más demoledor del que tenemos noticia cierta es el que se produjo el 21 de marzo de 1829. Sobre éste se ha vertido bastante tinta por autores coetáneos al desastre. Merecen especial atención las recientes y meritorias publicaciones de don Gregorio Canales Martínez y don Fernando Rodríguez de la Torre. Por tanto se trata de un tema muy trillado al que poco podemos añadir. Desde los albores del siglo XIX se iniciaron estudios creando escalas para medir la intensidad de los seísmos. De todas ellas estableció diferencias, Charles Richter, y en 1935 creó la escala que lleva su apellido, que ha sido la más utilizada hasta hoy.
Autor: Patricio Marín Aniorte
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